Cataratas y diabetes son dos problemas que se relacionan mucho entre si. Si una persona tiene diabetes, en algún momento podría presentarlas. A pesar que las cataratas son un problema ocular que puede ocurrir sin tener diabetes, ésta es un factor de riesgo. Para comprender como funcionan, primero hay que explicar más a fondo que son las cataratas.
Cataratas y diabetes: ¿Qué son las cataratas?
Las cataratas son el oscurecimiento del cristalino: lentilla natural del ojo. El cristalino se encuentra en la parte anterior del ojo, justo atrás del iris. Es una lente transparente cuya función es refractar la luz que entra por la pupila y proyectarla a la retina. El cristalino se encuentra en ambos ojos y usualmente tiene algo que ver en problemas comunes de los ojos. La miopia, hipermetropia y demás afecciones pueden ser causadas de manera directa o indirecta por el cristalino: por su forma, posición, tamaño, etc.
Las cataratas son un padecimiento relacionado al desgaste de las estructuras oculares. La edad es un factor muy importante, y gracias a esto, se presentan en personas mayores con mayor regularidad. Además, puede ser un padecimiento que afecte a solo un ojo a la vez.
Las causas del oscurecimiento del cristalino son varias, y en algunos casos se desconocen. Lo importante es que cuando este se opaca, la luz entra de manera parcial hacia la retina. Esto afecta la vista al ver con menor claridad, imágenes más oscuras o incompletas, o en casos extremos no poder ver con el ojo afectado.
Cataratas y diabetes: ¿cuál es su relación?
La diabetes es una enfermedad progresiva que no tiene cura. Afecta a diversas partes del organismo por la incapacidad de regular el azúcar en la sangre. Si bien, la principal afectación de la diabetes en los ojos es a la retina, el padecerla también puede afectar otras estructuras.
En general, la diabetes afecta a la sangre. Ésta transporta la glucosa que es el combustible que llena de energía a nuestro cuerpo. En la diabetes tipo 1, el sistema inmunológico ataca el páncreas que ayuda abrir las células para que la glucosa entre a ellas. En la diabetes tipo 2, la insulina producida es deficiente y no ayuda a abrir bien las células para que entre la energía. En consecuencia, la la glucosa se queda en el torrente sanguíneo.
En los ojos, la retina se encuentra justo detrás de la coroides: tejido vascular que alimente a la retina. Cuando la sangre con glucosa elevada llega a la coroides, poco a poco la desgasta. Así, la retina comienza a dejar de recibir tanta energía. Normalmente, esto desemboca en una retinopatía diabética, la principal afectación de la diabetes a los ojos.
No obstante, todo el ojo comienza a desgastarse más con el tiempo, lo que ocasiona que el riesgo de padecer cataratas aumente. Como se mencionó antes, el principal factor para presentar cataratas es la edad por el desgaste que tiene el cuerpo. Si el cuerpo se desgasta más pronto, entonces las cataratas pueden aparecer.
Tratamiento
Debido a que las cataratas con un problema estructural, la única forma de tratarlas es con cirugía. El procedimiento consiste en reemplazar el cristalino opaco con uno artificial transparente. Por su naturaleza, la cirugía en invasiva; no obstante, es una operación muy sencilla y con poco riesgo. El lente artificial es graduado por el oftalmólogo y puede ayudar a corregir otros problemas de visión como la falta de enfoque. El tiempo de recuperación es rápido y el paciente experimenta un aumento de su capacidad visual.
Sin embargo, las cataratas diabéticas pueden estar acompañadas de otras afecciones. El oftalmólogo debe evaluar cada caso en especial para recomendar el mejor tratamiento.
Prevención
Prevenir las cataratas es prevenir el desgaste causado por la diabetes. Esto solo se logra manteniendo a la enfermedad controlada. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para mantener tu diabetes bajo control.
Lo principal es mantener el nivel de azúcar en la sangre bajo y acudir una vez al año al oftalmólogo.